Profundizar en las raíces de las alegorías del Tarot, remontarse a las imágenes más puras y tradicionales, es la única manera de realmente llegar a comprenderlo y saber qué nos trasmite. Y con ello combatir ciertas desvirtuaciones que ha sufrido durante el siglo XX en su resurgir. Podemos encontrar formas actuales de ilustrar sus mensajes y enseñanzas, pero solamente serán correctas si entendemos las antiguas y originales, de otro modo no será un Tarot, será otra cosa!. Un buen ejemplo de estos "trastoques" que han sufrido los arcanos mayores en su interpretación de hoy en día, lo tenemos en las virtudes cardinales, parece que las hemos olvidado. Hoy profundizamos en la virtud de la Fortaleza...
(de izq a dcha... Tarocchino Mitteli, Minchiate, Estensi, Lombardo, Vaccheta, Tarot de Budapest, Dellarocca, Gioco del Passatempo, Thoth de Etteilla)
Cuando la Fuerza aparezca en una tirada, en cualquiera de sus formas - que comentaremos a continuación - lo primero que debemos tener claro es que es una Virtud Cardinal. Es decir, que ilustra una disposición y comportamiento habitual y sostenido hacia el bien (las Teologales nos vinculan a Dios, pero las Cardinales nos vinculan unos a otros en el bienhacer). Ella saldrá, bien porque sea la virtud necesaria para el tema, bien porque esté definiendo lo que ya está en juego.
La Fortaleza, como virtud cardinal, reúne una serie de conceptos que los diferentes ilustradores han representado alegóricamente ... Es la firmeza y la constancia frente a las dificultades y frente a las tentaciones. Es el valor y el coraje para enfrentar las duras pruebas sin caer en la cobardía o el camino fácil. Las virtudes eran ilustradas como mujeres; en los clásicos sostienen columnas, pilares como emblema de resistencia, constancia y firmeza. Pero también fueron empleados los héroes, Sansón y Hércules, ambos venciendo a leones (el de Tamna y Nemea, respectivamente), que en la tradición más clásica eran peligros y fuegos del mal. Si nos vamos desplazando hacia la derecha en el compendio de naipes que incluí, resulta fácil ver por qué llegamos a una dama (Virtud) con un león como combinación final.
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