lunes, 6 de agosto de 2018

RETROCEDAMOS UN PASO... UN POCO DE TEORÍA....

En recientes y suculentos debates he tenido que explicar mi propio marco teórico sobre este apasionante "libro" que el Tarot es. Ojo! lo llamo "libro" por amor, no porque crea que es otra cosa más allá de una hermosa baraja, ni que necesite serlo. Instrumento mágico, provocador y parlante, que estimula aquello que albergamos y casi, casi, olvidamos. Bien, cada amante, estudioso y practicante de Tarot acaba configurando su propio matrimonio con el mazo, y escribiendo sus propios votos. Muchos estudian una escuela previa, les cuadra, y la mantienen. Este artículo no va dirigido a ellos, claro. Este artículo es para los rebeldes indagadores que necesitamos un por qué tras las cosas para poder aceptarlas, y por lo tanto frecuentemente debemos hallar nosotros mismos nuestro marco teórico de Tarot. 

Como ya he dicho demasiadas veces, el mazo hay que extenderlo y observarlo, extender sus 78 naipes, pienso que es lo primero, lo más instintivo y natural que la propia baraja nos pide, para darse a conocer. Cuando lo hacemos, de inmediato golpean una serie de factores, que por su simpleza NO han de ser descartados, sino tomados como cimientos, como bases. Hay unos naipes MAYORES y unos naipes MENORES. Esto implica una jerarquía, pero me hicieron explicar por qué... este es mi por qué: Las ilustraciones que encontramos en los Mayores son ALEGORÍAS y las que vemos en los Menores son SÍMBOLOS. Una alegoría es una representación, literaria o artística, de una idea abstracta, compleja, que suele entrañar además una enseñanza, y por lo tanto tiene un rango y un peso superior. Un símbolo es un item cotidiano al que se le han ido adheriendo por osmosis unos significados que no tenía originalmente. Así, la copa contiene amor, el basto simboliza trabajo e ingenio, la espada hiere y ataca, y el oro compra, vende o protege (entre más conceptos, por supuesto que tienen adheridos estos símbolos, pero no es el tema del día). Continuando con estas bases, cimientos, llegaríamos a que los Mayores dictan y los Menores califican, los Mayores dicen el QUÉ y los menores dicen el CÓMO. 

NOTA: un ejercicio muy útil si quieres estudiar tu mazo en base a estas observaciones es: dividirlo en dos montones, Mayores por un lado, Menores por otro, y con tu pregunta en mente, sacar un Mayor + una tríada de Menores. El Mayor tendrá la clave de respuesta, y los menores dirán cómo. Por ejemplo: 

¿TENDRÁ ÉXITO EL PROYECTO?

El Carro, arcano de triunfo, máxime en los proyectos, nos dice que SI; y los menores nos explican cómo y nos dan detalles... él tiene los buenos sentimientos y paciencia necesarios para aguantar aunque la ganancia se demore. 

Entonces, retomando el debate que suscitó la revisión de este cimiento, habíamos recibido una consulta - desgraciadamente frecuente - sobre si tras la ruptura de una pareja habría reconciliación. Era línea de 7 con todo el mazo, y aunque arrancaba con una hermosa Estrella y Carro, tras unos bastos surgía el temible Arcano XIII. Cierto que tras él había copas, 3 arcanos menores de copas, pero ¿pueden esas copas superar el peso y rango de la guadaña XIII?... NO! en mi opinión, no pueden. Están ahí para decir que se alcanzará armonía, que se dulcificará el duelo, incluso que esta ruptura es mejor para la consultante, de lo que ella piensa ahora. Pero el agua o el vino de las copas no van a hacer desaparecer a la Parca. Solamente otro arcano mayor y dependiendo de su enseñanza, podría. Distinto hubiera sido que TRAS el arcano XIII viniese la Templanza, o La Fuerza definiendo a esas copas, verdad??. 

Crea y recuerda tu marco teórico, delimita tu perímetro de trabajo, y estructura tu sistema de lectura, pon un jardín bajo tus pies, cuando acudas al océano de la adivinación. 
Y como siempre... ¡Felices lecturas!!.